La viticultura es nuestro origen, lo que somos. Tenemos la sensación que buena parte del terruño ampurdanés se había perdido y ahora trabajamos, paso a paso, para recuperarlo. Y para ello, nos hemos subido a las pendientes, hemos buscado viñas viejas, hemos decidido plantar viñas junto al mar. Creemos profundamente en los suelos y sabemos que tardan años en formarse. Queremos que las generaciones que vienen, sean o no de la familia, estén contentas del legado que les hemos dejado.
Queremos estar orgullosos de lo que nos es propio: queremos una mirada nueva para las Cariñenas, queremos recuperar los Lledoners (Garnachas) de raíces profundas que se perdieron con la filoxera, queremos dar una nueva vida al Lledoner Roig. Y descubrir al mismo tiempo nuestras raíces más lejanas. El camino será largo y durará quizás más de una vida.