Empordà

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Croma Catalana de Ernest Abentín juega con el color y tiene una clara intención provocativa. El artista ofrece una mirada particular del huerto y los productos de la tierra. Además, hace una reflexión sobre la historiografía, la identidad, la tradición y la cocina catalana.

Ernest Abentín, fotógrafo nacido y residente en Barcelona, trabaja a ambos lados de la frontera (Empordà y Catalunya Nord). Su obra se centra en temas culinarios y ha trabajado como asistente de Francesc Guillament, reconocido fotógrafo gastronómico de las creaciones del Bulli, la Bodega de Can Roca o el cocinero Paco Pérez. Durante su estancia en París tiene contacto con el mundo de la danza y de ahí su interés por el cuerpo, el movimiento y la danza.

En lo más personal, Abentín se ha dedicado a la fotografía sobre el territorio, la gente y la gastronomía desde un punto de vista cotidiano y local. La comida, el producto típico y casero reciben una mirada muy personal que va más allá de la fotografía de platos gastronómicos.

La exposición Croma Catalana es precisamente esta radiografía sobre el localismo, el comer, los rituales, el producto local, la sencillez de las costumbres. Una visión del territorio y las personas desde un punto de vista cromático.

El sábado, 6 de noviembre, a las 12 h inauguramos la exposición de Nia Delfau en Celler Espelt.

Nia Delfau, galaico-catalana de corazón y nómada por elección, es una artista que reside en el Empordà desde hace un tiempo. Sus fotografías son fruto del aprendizaje después de pasar por el mundo del diseño, la moda y el arte. El sábado inauguramos en el Celler Espelt su último proyecto que lleva por título Como una planta, una exposición de fotografías.

Cuando regresó de Tokio, después de trabajar como asistenta del reconocido fotógrafo japonés Osamu Yokonami, se instaló en el Empordà y decidió crear con los pequeños momentos, con la cotidianidad, con lo que sucedía cerca de lo que pasa desapercibido. El proyecto Como una planta es el resultado de esta observación paciente del cambio, de las pequeñas cosas que sin ruido se mueven y de la relación del artista con la naturaleza y las flores, espejo del cambio permanente en la vida. Nia Delfau ha trabajado como directora de arte de diferentes estudios de diseño y con marcas reconocidas como The Animals Observatory. Esta exposición es la observación paciente a su regreso de Japón, con la calma que da la naturaleza que nos rodea, una mirada que nos invita a centrarnos en el presente. La artista también ha puesto en marcha recientemente el proyecto Casa Delfau, un espacio de creación en el que desarrolla su parte más personal en forma de marca, galería y proyectos propios. Como una planta es su primera exposición de fotografía en el Empordà.

Ven a compartir una copa de vino con Nia Delfau. Os esperamos en la inauguración de esta exposición de fotos el sábado, 6 de noviembre, a las 12 h, en la misma bodega.

Ya hace tiempo que decidido que queríamos trabajar con variedades locales como las garnachas, las cariñenas, el moscatel, la picapolla. Hay varias razones, pero seguramente la más importante es porque son variedades muy adaptadas a nuestros suelos y a nuestro clima y por lo tanto, esto hace que los frutos sea mejores. La planta se puede concentrar a hacerlos lo mejor que sabe en lugar de combatir inclemencias sobrevenidas, como la tramontana. Estos viñedos de variedades locales necesitan menos agua y tienen periodos de brotación y madurez totalmente adaptados a nuestro clima. Definitivamente son más sostenibles!

También lo hacemos por el legado, la tradición y todo lo que nos han enseñado los que estuvieron antes que nosotros. El carácter único de estas variedades hará también que tengamos los vinos que deseamos, profundamente ampurdaneses. Las variedades propias se adaptan a la tramontana, necesitan menos agua y tienen periodos de brotación y madurez adaptados a nuestro clima.

De vez en cuando toca arrancar viñedos, porque hace más de treinta años plantamos otras variedades venidas de fuera. En ese momento se llamaban “mejorantes” porque se creía que podían ayudar a beneficiar el terruño. Ahora sabemos más y nos han ayudado sobre todo a mejorar en nuestro trabajo, hemos aprendido mucho de ellas y les agradecemos todo este aprendizaje. Las que tenemos todavía las vamos arrancando paulatinamente cada año, algunas las reinjertamos con variedades locales como garnachas, cariñenas de todos colores, picapolla, moscateles y malvasías.