Un lugar único en el mundo. La luz, la montaña y el mar, la belleza. Cuando no estamos, queremos sentir su energía. El paisaje nos acompaña: vinos fruto de un compromiso y un vínculo con la tierra y las sensaciones del Alt Empordà. Un lugar al que podemos volver siempre que queramos.
Lo viejo es nuevo, el conocimiento es emoción. Variedades ultralocales, cepas antiguas, parcelas ocultas. Nuestra historia geológica, natural y cultural en unas uvas. Vinos que son la expresión más transparente y escasa del patrimonio natural y vitícola del Alt Empordà.