Natura

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Por primera vez desde 1987 el cernícalo primilla recupera población en el Alt Empordà. Este verano, seis años después del acuerdo de colaboración que firmamos con Paisatges Vius y la construcción de la torre de nidificación en nuestros viñedos de Mas Marès, se ha visto una pareja de cernícalo pequeño nidificando en los acantilados litorales del sector sudeste del Parque Natural del Cap de Creus, muy cerca de los viñedos.

cernícalo pequeño espelt

El cernícalo primilla (Falco naumanni) es un pequeño halcón colonial y migrador que se extinguió de Cataluña a principios de los años 80 debido a la pérdida de hábitats y el uso indiscriminado de insecticidas en el campo. En 1990 la Generalitat de Catalunya inició un proyecto de cría en cautividad de polluelos, cuya reintroducción que continuó con éxito en la Plana de Lleida donde actualmente crían más de un centenar de parejas. En 2018 Espelt Viticultors y Paisatges Vius firmaron un acuerdo de colaboración por la custodia del territorio que promovía la conservación del cernícalo primilla en los viñedos de Mas Marès, en el Cap de Creus. Hoy vemos los resultados de este largo proceso de recuperación.

La torre de nidificación en Mas Marès

La torre construida a partir de elementos de arquitectura sostenible y ecológica, gracias a la colaboración de Paisatges Vius, se sitúa en un espacio de gran biodiversidad que favorece también el cultivo de la viña. Además es un lugar idóneo para la conservación del cernícalo primilla, un ave rapaz migradora que se alimenta de grandes invertebrados y pequeños mamíferos, pájaros y reptiles. El espacio tiene representados los hábitats propios de la montaña mediterránea, una suma de pastos secos, maquias de jaras y brezos, bosques de alcornoques y encinas y cultivos de vid y olivo.

Con este acuerdo y la colaboración con el Parque Natural del Cap de Creus, Espelt Viticultors puso de manifiesto una vez más su compromiso con el medio que le rodea, más allá de la viticultura ecológica que desarrolla en Mas Marés. En esta finca los viñedos se mezclan con el corcho, los pastos y las estepas a fin de crear un espacio agrario agrario de alto valor natural en el que naturaleza y viticultura conviven en armonía. De esta finca salen después también vinos mediterráneos, complejos, intensos y delicados, marcados por el suelo de granito, el viento de tramontana y el viento de mar, como los del proyecto de Anna Espelt.

El cernícalo primilla, un proyecto de recuperación

Ahora, después de muchas décadas, se recupera esta especie nidificante en el Parque Natural del Cap de Creus, gracias a los hackings que se han ido hecho en los últimos años en lugares cercanos como Mas Marès junto con personas voluntarias del Parque Natural. El objetivo del proyecto siempre ha sido consolidar la población de cernícalos en el Alt Empordà, hemos conseguido un primer paso, pero habrá que igualmente estar muy atentos a:

  • Proteger las colonias de cría actuales, así como continuar los hackings en la torre de nidificación en Mas Marès
  • Mejorar el hábitat en torno a las colonias de cría continuando, entre otras actuaciones, desbrozando el espacio cercano a la torre de nidificación. El cernícalo pequeño caza grandes insectos de espacios abiertos y, por tanto, la mejora del hábitat se centra en la reducción de la vegetación de arbustos para crear hábitats herbáceos y para recuperar de muros de piedra seca.

Brindemos y celebremos por muchos cernícalos primilla más!

La torre de nidificación del cernícalo primilla después del incendio de febrero de 2022.

La Oficina Catalana del Cambio Climático saca una guía de los resultados del proyecto LIFE MIDMACC con el que hemos colaborado en los últimos cuatro años.

MIDMACC LIFE
Recogiendo muestras con el equipo investigador del programa LIFE MIDMACC en Mas Marès (archivo)

En los últimos cuatro años hemos colaborado con el proyecto de investigación LIFE MIDMACC junto con otros territorios en La Rioja, Aragón y Catalunya. Esta investigación tiene por objetivo analizar qué beneficios contra el cambio climático puede tener la gestión del territorio con un paisaje en mosaico. Ahora, la Oficina Catalana del Cambio Climático ha sacado una guía, junto al resto de socios del proyecto, que recoge los principales resultados y conclusiones de la investigación.

En los últimos años el aumento de las temperaturas ha sido abrumador, como todos sabemos. En concreto, el último año es el más caluroso en el planeta tierra jamás registrado. Además, las zonas de media montaña del sur de Europa, como nuestros viñedos, son espacios muy sensibles frente a los impactos del cambio climático. El despoblamiento y abandono del sector primario tradicional de los últimos años ha provocado que se produjera una reforestación y una homogeneización del paisaje. Al mismo tiempo esto ha hecho que disminuyera la resiliencia ambiental y la biodiversidad.

¿Por qué Mas Marès paró el fuego?

Con proyectos de recuperación del mosaico mediterráneo como el que llevamos a cabo en Mas Marès se intenta revertir esta situación y de rebote conseguir un paisaje más resiliente ante el cambio climático. Durante los incendios forestales de febrero de 2022, la gestión agroforestal en mosaico fue clave para parar el fuego. Los estudios del MIDMACC LIFE corroboran que esta gestión puede ayudar también a evitar la erosión de los suelos, porque se evita su sobreexplotación y pérdida de biodiversidad, además de que mejoran aspectos tan necesarios hoy (y parece evidente que también en el futuro) como la resistencia hídrica.

La guía Medidas de adaptación al cambio climático en la montaña media mediterránea: una guía práctica se puede consultar online y se estructura en tres partes. La primera trata el análisis de riesgos de la media montaña mediterránea a los impactos del cambio climático. La segunda parte hace un repaso de los resultados de las medidas implementadas (recuperación de pastos, optimización/introducción del viñedo, gestión forestal) en tres zonas de Aragón, Cataluña y La Rioja. Por último, en la última parte, se proponen otras medidas de adaptación para la montaña media mediterránea.

Anna Espelt cambio climático
Aparato medidor del proyecto LIFE MIDMACC en los viñedos de Mas Marès (archivo)

Mas Marès és una finca agrícola situada al Parc Natural del Cap de Creus. El nostre objectiu en aquestes vinyes no només és treure’n un bon vi, sinó també generar Espais Agraris d’Alt Valor Natural. En els darrers vint any que fa que gestionem aquestes terres, hem fet tot el possible perquè l’agricultura i la natura treballin juntes per crear un paisatge harmònic i sostenible.


Des del primer dia que vam començar a treballar aquí, el 2003, teníem clar que havia arribat a les nostres mans un lloc singular, un balcó al mar, unes vinyes que s’hi aboquen amarant-se de salins i tramuntana, però també una terra plena d’història. Som conscients que hem d’honorar el llegat que la terra ens ofereix, és d’on traiem els fruits més preuats per viure, l’oli, el pa, el vi, l’aigua. Tenim un únic compromís: treballar la terra respectant-la.

Els orígens

Mas Marès està envoltat de monuments megalítics que daten de fa més de cinc mil anys, com el menhir dret a l’entrada de la finca que ens agrada saludar cada cop que venim a veure les vinyes. La terra, les pedres, han estat aquí molt abans que nosaltres i hi continuaran sent quan nosaltres ja no hi siguem. Des del megalític, les mans dels homes i les dones que han treballat aquesta terra han anat configurant el paisatge que avui veiem. La nostra responsabilitat és continuar treballant-la amb la màxima cura, per preservar-ne el paisatge i els ecosistemes de tots els seus habitants.

Abans d’arribar fins aquí, però, cal dir que el paisatge ha patit molts canvis. Les vinyes han format part del paisatge del Cap de Creus des de l’arribada dels grecs. Ara bé, va ser amb l’establiment del monestir de Sant Pere de Rodes, fa mil anys, que es va iniciar la substitució gradual de la vegetació natural per conreus en feixes sostinguts per parets de pedra seca. Això va comportar la construcció de centenars de quilòmetres de feixes i cabanes arreu del massís i la substitució de la vegetació existent, essencialment suredes, per un monocultiu de vinya.

Més tard, amb l’arribada de la fil·loxera, el s. XIX, les vinyes es van abandonar quasi totalment i la vegetació natural va anar recolonitzant el territori. La brolla —vegetació arbustiva baixa, que reneix després dels focs— va ser una de les plantes que va guanyar més terreny.

paret de pedra seca

Un mosaic agroforestal d’alt valor natural

En els últims vint anys, hem intentat recuperar tots aquests elements fins conformar un mosaic agroforestal d’alt valor natural. Primer, intentem que la brolla formi illes entre les diferents vinyes, que serveixen de refugi i lloc de nidificació a diverses espècies que utilitzen les vinyes per alimentar-se. Amb la florida de les estepes, farigoles i caps d’ase a la primavera, i dels brucs a l’hivern, els insectes pol·linitzadors hi troben aliment.

Tot al voltant de la zona on són les vinyes hi ha espais oberts, espais de brolla molt esparsa o prats secs pasturats per les vaques que baixen del Pirineu cada tardor fins la primavera. Aquestes pastures tenen un alt valor ecològic, ja que hi viuen plantes específiques, hi ha abundants insectes i proveeixen llavors que són aliment dels ocells.

En segon lloc, recuperem tant parets de pedra seca, com els suros, les zones de vegetació primigènia i més vulnerable. Per tal de conservar aquests suros, estassem de brolla del sotabosc. Això ajuda que hi hagi zones d’ombra i també zones aptes per a la pastura de les vaques durant uns mesos de l’any.

En aquests ambients oberts, adevesats, hi creixen plantes especialitzades i delicades, com ara diverses espècies d’orquídies, i són també refugi d’insectes i els seus predadors. Als suros hi fan niu alguns ocells, i molts d’altres els fan servir de talaia des d’on canten o espien les seves preses. També a les parets de pedra seca, que n’hem recuperat més de 3.000 m, hi troben refugi entre les seves escletxes molts animals —invertebrats, rèptils, amfibis i petits mamífers—. A més, ajuden a retenir l’aigua i evitar l’erosió dels sòls, per tant ajuden a mantenir l’ecosistema natural al voltant de les vinyes.

mosaic

Un tallafoc natural

Tot plegat conforma una franja resistent i protectora contra els focs forestals, que són part també d’aquest paisatge. El paisatge conreat i pasturat de Mas Marès actua com a franja de seguretat i protecció cap a la zona urbanitzada de Roses. El conreu ajuda a crear un tallafoc natural, amb poca càrrega de combustible i ajuda a tenir més eines per dominar-lo millor, i aturar-lo. Tal com vam poder comprovar a l’incendi del febrer de 2022.

Totes aquestes actuacions fan de Mas Marès un espai divers i afavoreixen la flora i la fauna salvatges, elements essencials per al manteniment d’un paisatge en mosaic d’alt valor. Amb tota aquesta feinada que portem a cap dia a dia, aconseguim un vins de gran qualitat i sentir que estem cuidant la terra amb la cura que es mereix, amb el compromís que tenim per preservar-la.

¡Empezamos la vendimia! El calor, la sequía, los jabalíes y todas las variables que conocéis hacen que este año sea especial. La vendimia se adelanta unos días y ya hemos empezado a recoger las variedades del llano y también la garnacha gris de Mas Marès.

Llega agosto, los días son más cortos y parece que el calor nos da una tregua, al menos por las noches. Sin embargo, las altas temperaturas del mes de julio y la sequía que sufrimos –no llueve con fuerza desde hace muchos meses– han hecho que excepcionalmente este año hayamos tenido que adelantar la vendimia una semana.

Decimos excepcionalmente, pero sabemos que esta realidad puede ser la tónica general en los años venideros. El cambio climático es imparable y sentimos que debemos adaptarnos lo mejor que podamos. Avanzar en una gestión integrada del territorio, que tenga en cuenta la climatología, la conservación de los suelos y el frágil equilibrio de los ecosistemas favorecerá que podamos sacar frutos también en el futuro. Por eso, desde que iniciamos el proyecto de Mas Marès, decidimos que haríamos todo lo posible para preservar el legado que como humanos hemos recibido de la naturaleza. Suelos cerca del mar, con arbustos bajos, alcornocales y ahora también viñedos que favorecen el control y la protección de especies únicas del Cap de Creus.

En estas tierras es donde Anna Espelt desarrolla su proyecto más personal. Hace unos años plantamos garnacha gris, con injertos de las viñas viejas de Rabós. Esta semana es la uva que empezamos a cosechar, una variedad local de garnacha que es rosada. Plantar variedades locales es, desde hace un tiempo, la decisión más adecuada a nuestro terroir: están más adaptadas al territorio y por tanto necesitarán menos agua y aguantarán el viento.

Variedades empordanesas, terroirs únicos y una vendimia que apenas empieza. ¡Feliz vendimia a todo el mundo!

Ligeramente antes que otros años, los viñedos comienzan a enverar. El cambio de color de las uvas se da cuando comienza la última fase de maduración del fruto. Cuando la vid envera toca esperar y contemplar todos los colores.

Garnacha enverada

El año pasado os explicábamos las pequeñas diferencias en el tiempo de envero de los diferentes terruños que cuidamos. Estamos seguras de que este año la progresión de envero desde los terruños en el llano hasta los de más altitud será similar a grandes rasgos.

Sin embargo, las altas temperaturas de estos días y la falta de lluvia, nos hacen sospechar que todo el proceso de maduración se está avanzando ligeramente. Conscientes de que detener el cambio climático no está en nuestras manos, intentamos estudiar cuáles son los cambios bruscos que la emergencia climática está provocando. Las conclusiones a las que llegamos es que las variedades locales son más resilientes a las altas temperaturas, a la sequía, al viento. Por tanto, también son las que con menos esfuerzo podrán vivir felices en nuestros terruños.

El envero llega, poco a poco, pero de forma uniforme. El trabajo viticultor está hecho, de momento. Ahora que la vid envera sólo queda esperar a que todo siga su curso y en pocas semanas poder cosechar estos frutos sabrosos.

Se acerca el final del ciclo de la viña, ya tenemos bayas bien pobladas y esperando que todo siga su curso. Hagamos un balance antes de vendimia de este año intenso.

Encaramos esta vendimia con ganas de hacer repaso de los últimos meses. Hemos trabajado duro y hemos recibido el apoyo de visitas tan espectaculares como la de Jancis Robinson en septiembre. Son ocho generaciones de viticultores que nos avalan, pero siempre hay sitio para innovar. Ahora sentimos que encaramos una etapa de madurez y consolidación de un proyecto basado en el respeto a la tierra y la gestión sostenible de los recursos.

Nuestra gestión integral de los viñedos intenta cuidar la biodiversidad de la zona. Favorecer la preservación y la mejora de la biodiversidad es ahora mismo la piedra angular de nuestro proyecto. Después del incendio en Mas Marès, en el mes de febrero, hemos tenido una prueba (que nunca habíamos deseado) del buen trabajo realizado en el Cap de Creus. Este proyecto de mosaico mediterráneo, un sistema de gestión agrícola que combina diferentes tipos de zonas agrícolas (pastos, viñedos y zonas de alta protección) se ha demostrado la mejor prevención contra los incendios.

Reconocimientos y trabajo pendiente

Al fin y al cabo, intentamos que nuestros vinos sean una expresión de pequeños trozos de paisaje ampurdanés. Éste es el territorio que cuidamos de forma consciente. No podríamos hacerlo de otra forma. La recompensa de este trabajo realizado durante años se ha visto reconocida en estos últimos meses por los premios recibidos. En primer lugar, Pla de Tudela – Anna Espelt (Mejor Picapoll Blanc según La Guia de Vins de Catalunya 2022). Luego fue el turno de Les Elies (Medalla de Oro Grenaches du Monde 2022). Recientemente, las medallas de plata de los premios internacionales Decanter 2022 para Coma Bruna (100% cariñena) y Lledoner Roig (100% garnacha gris).

Finalmente, la visita de Dylan Grigg, experto en viticultura, esta primavera, nos ha ayudado a realizar una reflexión panorámica de todo lo que hemos avanzado. Hemos hecho mucho trabajo en variedades locales, en resiliencia, en injertos a partir de barbados, en viñedos en vaso. También nos ha servido para hacer una parada y constatar todo lo que nos queda por hacer. ¡Poco a poco vamos haciendo camino!

La gestión integral del territorio requiere mucha observación, entender la tierra en sus circunstancias. En estos últimos años hemos visto que la viticultura que merece la tierra es sostenible, integrada y regenerativa. Una forma de hacer que nos confirma que sólo si trabajamos la tierra con amor y respeto podremos seguir sacando frutos.

viticultura tierra merece

El último incendio del mes de febrero, que quemó unas cuantas hectáreas de pastos y matorrales en el Cap de Creus, confirmó algo que hacía tiempo que intuíamos, pero que todavía no habíamos podido comprobar. Una gestión integral del territorio es la única forma que tenemos para que la acción humana vaya a favor de la biodiversidad.

En Catalunya la masa forestal no deja de crecer, por el abandono de pastos y tierras de cultivo. Tenemos grandes bosques y al mismo tiempo esto no siempre es sinónimo de una gran diversidad y sí, de mayor riesgo de incendios. Es una de las primeras cosas que aprendimos cuando empezamos a plantar viña en el Cap de Creus y planificábamos su distribución con los técnicos del Parque Natural del Cap de Creus. Era necesaria una gestión que favoreciera la biodiversidad de la zona, en especial la protección de zonas que eran y son hábitat de especies protegidas.

MIDMACC: investigación en viticultura, erosión y cambio climático

Por nuestra parte, la biodiversidad podía jugarnos a favor, lo intuíamos, Ahora lo sabemos. La convivencia de diferentes especies, algunas introducidas por la mano humana, como las vacas o el cernícalo pequeño, otras que están desde hace más tiempo de forma natural, ayuda a que el círculo virtuoso siga funcionando. Todo contribuye a la riqueza de los suelos y su preservación. De hecho, hemos continuado trabajando con estudios científicos y de investigación como el estudio MIDMACC del grupo de investigación CREAF de la UAB en el que se han analizado los diferentes factores que inciden en la vulnerabilidad de los suelos de media montaña, con especial atención al cambio climático y sus efectos. Esta semana hemos participado en unas jornadas organizadas por este grupo de investigación para explicar nuestra experiencia después del fuego de febrero y los resultados provisionales también van en esta dirección.

En definitiva, la viticultura que la tierra se merece debe tener en cuenta que forma parte de un sistema mucho más amplio que debe respetar. También las paredes de piedra seca construidas hace más de un siglo y reconstruidas ahora son parte del ciclo. También los viñedos, una parte más de todo este espacio gestionado de forma integrada, holística. Ningún elemento está de más, todos juegan a favor del territorio.

Ya tenemos aquí el Vívid con dos actividades Naturaleza en los viñedos Espelt y Vinos y Paisajes en el Cap de Creus. Estas son las actividades que hemos preparado para el festival del enoturismo en el Empordà durante el mes de abril. El vino se hace en la tierra. Ven a probar vinos Espelt mientras descubrimos la naturaleza que nos rodea.

Espelt Viticultors presenta dos actividades para el Vívid, el festival del enoturismo en el Empordà que tiene lugar durante el mes de abril.

La primera actividad es un paseo por los viñedos de Mas Marés para conocer la gestión del territorio a través de sistemas agrarios de alto valor natural, un mosaico que protege y asegura la biodiversidad de la zona. Conoceremos la zona de Mas Marés y Pla de Gates, recientemente afectada por un incendio forestal que se detuvo gracias a la gestión integrada que hacemos de estas tierras. Además descubriremos la fauna y flora que conviven de forma armónica y que nos hacen conscientes de que es necesario cuidar el territorio, el legado más preciado que tenemos.

La segunda actividad la hacemos con la colaboración de la IAEDEN (Institució Alt-Empordanesa per a la Defensa i Estudi de la Natura) y en ella os invitamos a hacer un itinerario a pie por los viñedos de Vilajuïga para descubrir todos los tesoros naturales que se esconden. Con el ornitólogo David Ibáñez, y en plena época de migración de las aves, tendremos la posibilidad de observar pájaros que retornan de las tierras cálidas después del invierno. También identificaremos plantas aromáticas que conviven entre las cepas, ¡y si tenemos suerte nutrias!

Durante los dos paseos con Anna Espelt, directora de Espelt Viticultors, probaremos vinos que provienen de los viñedos que iremos recorriendo, y que con tanto cuidado Anna y su equipo trabajan para que tengan toda esta riqueza natural. Al final del itinerario de Natura en los viñedos también podremos maridarlos con una mesa de quesos de proximidad de la tienda Abricoc.

Datos prácticos actividades:

Vinos y paisajes del Cap de Creus

Naturaleza en los viñedos Espelt