Viticultura

Viticultura

Por primera vez desde 1987 el cernícalo primilla recupera población en el Alt Empordà. Este verano, seis años después del acuerdo de colaboración que firmamos con Paisatges Vius y la construcción de la torre de nidificación en nuestros viñedos de Mas Marès, se ha visto una pareja de cernícalo pequeño nidificando en los acantilados litorales del sector sudeste del Parque Natural del Cap de Creus, muy cerca de los viñedos.

cernícalo pequeño espelt

El cernícalo primilla (Falco naumanni) es un pequeño halcón colonial y migrador que se extinguió de Cataluña a principios de los años 80 debido a la pérdida de hábitats y el uso indiscriminado de insecticidas en el campo. En 1990 la Generalitat de Catalunya inició un proyecto de cría en cautividad de polluelos, cuya reintroducción que continuó con éxito en la Plana de Lleida donde actualmente crían más de un centenar de parejas. En 2018 Espelt Viticultors y Paisatges Vius firmaron un acuerdo de colaboración por la custodia del territorio que promovía la conservación del cernícalo primilla en los viñedos de Mas Marès, en el Cap de Creus. Hoy vemos los resultados de este largo proceso de recuperación.

La torre de nidificación en Mas Marès

La torre construida a partir de elementos de arquitectura sostenible y ecológica, gracias a la colaboración de Paisatges Vius, se sitúa en un espacio de gran biodiversidad que favorece también el cultivo de la viña. Además es un lugar idóneo para la conservación del cernícalo primilla, un ave rapaz migradora que se alimenta de grandes invertebrados y pequeños mamíferos, pájaros y reptiles. El espacio tiene representados los hábitats propios de la montaña mediterránea, una suma de pastos secos, maquias de jaras y brezos, bosques de alcornoques y encinas y cultivos de vid y olivo.

Con este acuerdo y la colaboración con el Parque Natural del Cap de Creus, Espelt Viticultors puso de manifiesto una vez más su compromiso con el medio que le rodea, más allá de la viticultura ecológica que desarrolla en Mas Marés. En esta finca los viñedos se mezclan con el corcho, los pastos y las estepas a fin de crear un espacio agrario agrario de alto valor natural en el que naturaleza y viticultura conviven en armonía. De esta finca salen después también vinos mediterráneos, complejos, intensos y delicados, marcados por el suelo de granito, el viento de tramontana y el viento de mar, como los del proyecto de Anna Espelt.

El cernícalo primilla, un proyecto de recuperación

Ahora, después de muchas décadas, se recupera esta especie nidificante en el Parque Natural del Cap de Creus, gracias a los hackings que se han ido hecho en los últimos años en lugares cercanos como Mas Marès junto con personas voluntarias del Parque Natural. El objetivo del proyecto siempre ha sido consolidar la población de cernícalos en el Alt Empordà, hemos conseguido un primer paso, pero habrá que igualmente estar muy atentos a:

  • Proteger las colonias de cría actuales, así como continuar los hackings en la torre de nidificación en Mas Marès
  • Mejorar el hábitat en torno a las colonias de cría continuando, entre otras actuaciones, desbrozando el espacio cercano a la torre de nidificación. El cernícalo pequeño caza grandes insectos de espacios abiertos y, por tanto, la mejora del hábitat se centra en la reducción de la vegetación de arbustos para crear hábitats herbáceos y para recuperar de muros de piedra seca.

Brindemos y celebremos por muchos cernícalos primilla más!

La torre de nidificación del cernícalo primilla después del incendio de febrero de 2022.

Este miércoles recibimos a más de 50 representantes del partenariado mundial Mediterranean Climate Action Partnership (MCAP) que tiene como objetivo la coordinación entre zonas de clima mediterráneo en la adaptación y la mitigación del cambio climático. En el encuentro explicamos nuestra gestión de las tierras de Mas Marès: un mosaico que combina pastos, olivos, viñedos y alcornocales.

  Desde hace más de veinte años gestionamos la finca Mas Marès, en el cabo de Creus, donde producimos el vino del proyecto más personal de Anna Espelt y donde hemos impulsado con el asesoramiento de los técnicos con el Parque Natural del Cap de Creus un proyecto agroecológico. El objetivo principal del proyecto es que viñedos, pastos y alcornocales convivan en símbosis y ayuden al incremento de la biodiversidad y la prevención de incendios. Se trata de un total de 172 hectáreas situadas en pleno Parque Natural del Cabo de Creus que se distribuyen con diferentes usos: pastos de ganadería extensiva, olivos, viñedos y alcornocales. Estas últimas forman parte del ecosistema más frágil, situado en el sur de la finca, la parte más alejada del lugar de donde pueden venir los incendios. El proyecto tiene un triple objetivo: aumentar la biodiversidad, aumentar la resiliencia de las tierras en el cambio climático y la prevención de incendios.

Viticultores, bomberos, biólogos y forestales: un trabajo conjunto

En el encuentro, también han intervenido Ponç Feliu, director del Parque Natural del Cabo de Creus, Marc Castellnou, jefe de los GRAF, y Míriam Villar de la Subdirección General de Bosques y Biodiversidad. Los tres destacaron que esta estrategia de gestión en mosaico ayuda a incrementar la biodiversidad, detener incendios forestales y a conservar el paisaje mediterráneo. Por otro lado, también ha participado el secretario de la Agencia de Recursos Naturales de California (EE.UU.), Wade Crowfoot. El secretario americano califica a Cataluña como una región “líder” en relación a la resiliencia climática. “En California también tenemos muchas estrategias, muchas son similares a las que hay aquí y estamos aprendiendo también”, señala Crowfoot. Desde la agencia americana destacan la utilidad de ver distintas experiencias: sirve para implementar las estrategias más adecuadas en cada contexto.

Leed este recopilatorio de noticias:

La Oficina Catalana del Cambio Climático saca una guía de los resultados del proyecto LIFE MIDMACC con el que hemos colaborado en los últimos cuatro años.

MIDMACC LIFE
Recogiendo muestras con el equipo investigador del programa LIFE MIDMACC en Mas Marès (archivo)

En los últimos cuatro años hemos colaborado con el proyecto de investigación LIFE MIDMACC junto con otros territorios en La Rioja, Aragón y Catalunya. Esta investigación tiene por objetivo analizar qué beneficios contra el cambio climático puede tener la gestión del territorio con un paisaje en mosaico. Ahora, la Oficina Catalana del Cambio Climático ha sacado una guía, junto al resto de socios del proyecto, que recoge los principales resultados y conclusiones de la investigación.

En los últimos años el aumento de las temperaturas ha sido abrumador, como todos sabemos. En concreto, el último año es el más caluroso en el planeta tierra jamás registrado. Además, las zonas de media montaña del sur de Europa, como nuestros viñedos, son espacios muy sensibles frente a los impactos del cambio climático. El despoblamiento y abandono del sector primario tradicional de los últimos años ha provocado que se produjera una reforestación y una homogeneización del paisaje. Al mismo tiempo esto ha hecho que disminuyera la resiliencia ambiental y la biodiversidad.

¿Por qué Mas Marès paró el fuego?

Con proyectos de recuperación del mosaico mediterráneo como el que llevamos a cabo en Mas Marès se intenta revertir esta situación y de rebote conseguir un paisaje más resiliente ante el cambio climático. Durante los incendios forestales de febrero de 2022, la gestión agroforestal en mosaico fue clave para parar el fuego. Los estudios del MIDMACC LIFE corroboran que esta gestión puede ayudar también a evitar la erosión de los suelos, porque se evita su sobreexplotación y pérdida de biodiversidad, además de que mejoran aspectos tan necesarios hoy (y parece evidente que también en el futuro) como la resistencia hídrica.

La guía Medidas de adaptación al cambio climático en la montaña media mediterránea: una guía práctica se puede consultar online y se estructura en tres partes. La primera trata el análisis de riesgos de la media montaña mediterránea a los impactos del cambio climático. La segunda parte hace un repaso de los resultados de las medidas implementadas (recuperación de pastos, optimización/introducción del viñedo, gestión forestal) en tres zonas de Aragón, Cataluña y La Rioja. Por último, en la última parte, se proponen otras medidas de adaptación para la montaña media mediterránea.

Anna Espelt cambio climático
Aparato medidor del proyecto LIFE MIDMACC en los viñedos de Mas Marès (archivo)

El Celler Espelt ha acogido la jornada técnica “La realidad climática en la DO Empordà: ¿cómo afrontarla?” organizada por el Departament de Acción Climática de la Generalitat de Catalunya con la colaboración del IRTA y la DO Empordà.

Llevamos tres años sufriendo una sequía sin precedentes y las previsiones no son nada esperanzadoras. Hoy hemos participado y ha tenido lugar en nuestra casa la jornada técnica “La realidad climática en la DO Empordà: ¿cómo afrontarla?” organizada por el Departament de Acción Climática de la Generalitat de Catalunya, y la colaboración del IRTA y la DO Empordà.

Durante la jornada se ha prestado especial atención a la necesidad de hacer una poda respetuosa, especialmente con la conferencia “La Poda. Cambiar para continuar” a cargo de Vicenç Canals, director de la Academia de Poda de INNOVI, y también sobre la adaptación del viñedo al cambio climático, en la conferencia de Robert Savé, investigador emérito del IRTA, con la conferencia: “Hay que saber qué pasa y pasará para poder adaptar nuestro viñedo a la realidad ambiental del siglo XXI” . Acto seguido ha tenido lugar una mesa redonda en la que han participado los mismos Robert Savé y Vicenç Canals, junto con la participación de otras bodegas de la DO Empordà: M. Àngels Casanovas (ADV Empordàlia), Roger Hurtós (Cavas Castillo Perelada ) y Anna Espelt (Espelt Viticultors).

Por nuestra parte, Anna Espelt ha remarcado las diferentes medidas que ya estamos llevando a cabo en la bodega. En primer lugar una poda respetuosa, que sigue el curso de la savia y que por tanto ayuda a las plantas a tener un crecimiento sostenido con menos esfuerzo. También son interesantes la preservación de cubiertas vegetales durante los períodos del año en que la planta está hibernando, para retener mejor el agua. También hemos mencionado la necesidad de replantear dónde es mejor plantar nueva viña, teniendo en cuenta sequía y zonas inundables, así como la forma de plantarla. En estos últimos años hemos visto que los marcos de plantación más anchos y el retorno al vaso que estamos aplicando en la mayoría de viñedos están dando muy buenos resultados.

Estas Jornadas organizadas por Acció Climàtica creemos que son un paso adelante para seguir trabajando conjuntamente en la adaptación de los viñedos y para que la viticultura cuide el territorio. ¡Gracias por contar con nuestra casa!

En un verano que ha roto todos los récords históricos de cálidas temperaturas, la vendimia es una prueba de fuego. Los viñedos resisten, como pueden. La falta de lluvias ha hecho que las uvas estén sanas y no tengamos que sufrir por enfermedades fúngicas, pero las consecuencias de la sequía van mucho más allá.

Llevamos tres años acumulando una sequía extrema en el territorio. En los últimos tres años, la lluvia ha descendido a valores que están muy por debajo de la media. La falta de agua está poniendo a prueba la resistencia de las plantas hasta límites que nunca habíamos experimentado. Ahora ya constatamos la fatiga acumulada, los viñedos se encuentran en un estado de extremo agotamiento.

Las plantas siguen un ciclo que todos conocemos de hojas, frutos, reservas. Es decir, la planta pasa por diferentes fases en las que concentra su energía en las diferentes fases que después le permitirán seguir viviendo. Las hojas le ayudarán a producir azúcar, realizar la fotosíntesis y dar sus frutos. Una vez que los frutos hayan sido recogidos (o caído si no los recogemos) la planta se concentrará en reservar energía para la próxima primavera, cuando tenga que sacar hojas de nuevo. En estos tres años, las plantas han ido acumulando un estrés hídrico sin precedentes. Menos energía para hacer hojas se traduce en menos hojas, las uvas son cada vez más pequeñas, sus reservas de energía cada día más escasas y las plantas cada año un poco más débiles y con menos vigor.

Este año ha llovido a media vendimia, escasos 20 l. Esta lluvia cualquier otro año nos habría hundido, porque puede desequilibrar la salud de la uva. Este año, sin embargo, su salud es inmejorable, nuestro sufrimiento (¡y el de la planta!) va por otro lado. En primavera nos sorprendió que hubiera muchas flores sobre todo en variedades locales como el lledoner roig (garnacha roja) y el lledoner negre (garnacha tinta), que están más adaptados al clima del territorio. Las bayas que han salido han sido pequeñas y con pieles gruesas, intuimos que habrá poca producción y mucha concentración.

Esta vendimia es el resultado de los últimos tres años. Hoy sabemos que las maduraciones se han avanzado por el calor y la sequía. Nosotros seguimos cosechando, día a día. Veremos cómo termina.

Este año afrontamos la peor sequía que hemos vivido en décadas. Enfrente tenemos la perspectiva de situaciones aún más críticas en los próximos años a causa del cambio climático. Te explicamos cómo ahorramos agua en el viñedo y cómo nos adelantamos a los cambios que vendrán.

balsa de riego sequía espelt
Balsa aprovechamiento de agua de riego en Vilajuïga – Foto Espelt

El viñedo es un cultivo de secano, pero este año nos enfrentamos a una realidad crítica por la falta de agua. Las precipitaciones han disminuido drásticamente: este año han caído sólo 56 l/m² frente a los 554,32 l/m² anuales de un año normal. Si además sumamos las previsiones climáticas para los próximos años, debemos tomar decisiones ahora para que a largo plazo podamos asegurar la supervivencia de las plantas.

¿Qué estamos haciendo para ahorrar agua?

Una de las medidas que ya hace tiempo que llevamos a cabo es seleccionar variedades locales para realizar las nuevas plantaciones. Estas variedades se adaptan mejor al clima de la zona y por tanto necesitan menos agua. En nuestro caso, la variedad reina es la garnacha y otras variedades mediterráneas como la cariñena o el monastrell.

También hemos estado haciendo marcos de plantación más anchos, disminuyendo el número de plantas por metro cuadrado. Esto permite que las plantas puedan funcionar con una cantidad inferior de agua, optimizando su uso en situaciones de sequía.

Otra medida adoptada es la plantación de viñedos en vaso, ya que requieren menos agua en comparación con otros sistemas de cultivo. Aunque esta estrategia tiene sus efectos a muy largo plazo, es una inversión valiosa por los viñedos de mayor calidad.

Para mantener un control exhaustivo del agua utilizada, hemos instalado un sistema de riego que minimiza las pérdidas y optimiza el uso de agua en todo momento. Este sistema incluye una balsa de almacenamiento adicional para evitar la pérdida de agua por el canal. Además, se han colocado sondas a distintas profundidades del suelo para garantizar que el agua llegue de forma eficiente a las plantas, evitando así su desaparición en puntos concretos. Este sistema de riego focalizado y eficiente es clave para la supervivencia de las plantas en años como el que estamos viviendo.

Aunque ya se han producido episodios de sequía en el siglo pasado, los recientes datos sobre el incremento de la temperatura del mar y los modelos climáticos indican que es crucial actuar ahora para afrontar situaciones aún peores. Tenemos la certeza de que sólo hay una forma de actuar que es seguir comprometidos con ese legado que hemos heredado. A la tierra, le debemos la vida y nuestro sostiene. Todas las medidas para cuidarlo y preservarlo son imprescindibles para que nuestro trabajo tenga sentido.

Hace tres años que no llueve. La sequía en los viñedos es una realidad. Los dos años anteriores salvamos la pluviometría por episodios puntuales de chubascos intensos. Sea como fuere, a pesar de las lluvias de este fin de semana, no tenemos humedad en la parte profunda del suelo. Las cepas están brotando gracias a las reservas de agua que tiene la propia planta. Nos encaminamos, si no llueve, a una producción escasa de uva.

Viñedo brotando en Vilajuïga

La sequía es un tema que nos preocupa. La falta de lluvia y las temperaturas elevadas que la meteorología nos adelanta estos días pueden afectar negativamente a la producción de uva, como decíamos, pero también a la calidad de los vinos. En la bodega llevamos tiempo intentando adaptarnos a reducir las cantidades de agua que utilizamos sobre todo para la limpieza. Las restricciones aquí no serán un problema.

Sin embargo, en los viñedos la sequía puede afectar diferentes etapas del ciclo vegetativo de la planta y aquí ya no podemos hacer tanto en el corto plazo. Los efectos más inmediatos se notarán durante el crecimiento de la planta en estos próximos días. Puede disminuir el crecimiento de los brotes y que las hojas sean menores. La planta cuando pasa sed tiene que cerrar los estomas para evitar la pérdida de agua por transpiración, esto hace que se reduzca la fotosíntesis y, por tanto, no tenga tanta energía para hacer tejidos nuevos.

En los próximos meses si la cosa sigue así, afectará al tamaño de las bayas y en consecuencia a la calidad del vino, porque vamos a perder intensidad y aroma. ¡Si esto acaba pasando, poco podremos hacer y esperamos que no acabe pasando!

¿Qué estamos haciendo?

En el deporte de riesgo que es la viticultura, hace algunos años que intentamos avanzarnos a las premoniciones de calentamiento global. Por eso en un momento dado decidimos que plantar variedades locales era una forma eficaz de luchar contra la sequía. Las variedades locales están más adaptadas al medio, necesitan menos agua y por tanto aguantan mejor el clima seco y con viento del Empordà. Otra de las medidas ha sido podar con amor todas y cada una de las cepas, para que llegados a ese momento les fuera más fácil impulsar la savia hacia arriba y crecer.

En cualquier caso, ninguna de estas medidas será suficiente si traspasamos el umbral de calentamiento de 1,5 ºC que según la comunidad científica será el inicio de una serie de fenómenos meteorológicos extremos. En la bodega hemos intentado reducir al máximo la dependencia que tenemos de energía proveniente de fuentes fósiles, por eso hace ya un montón de años que tenemos placas solares para autoabastecernos. También hemos logrado reducir el peso de las botellas buscando cristal menos pesado y ahorrando algunos kilos en el transporte final de la mercancía. Probablemente todo esto sea sólo un detalle de lo que en los próximos años tendremos que hacer para seguir adaptándonos a los cambios que están por llegar. Para todo los demás solo nos queda encomendarnos a la sabiduría de la tierra.

Mas Marès és una finca agrícola situada al Parc Natural del Cap de Creus. El nostre objectiu en aquestes vinyes no només és treure’n un bon vi, sinó també generar Espais Agraris d’Alt Valor Natural. En els darrers vint any que fa que gestionem aquestes terres, hem fet tot el possible perquè l’agricultura i la natura treballin juntes per crear un paisatge harmònic i sostenible.


Des del primer dia que vam començar a treballar aquí, el 2003, teníem clar que havia arribat a les nostres mans un lloc singular, un balcó al mar, unes vinyes que s’hi aboquen amarant-se de salins i tramuntana, però també una terra plena d’història. Som conscients que hem d’honorar el llegat que la terra ens ofereix, és d’on traiem els fruits més preuats per viure, l’oli, el pa, el vi, l’aigua. Tenim un únic compromís: treballar la terra respectant-la.

Els orígens

Mas Marès està envoltat de monuments megalítics que daten de fa més de cinc mil anys, com el menhir dret a l’entrada de la finca que ens agrada saludar cada cop que venim a veure les vinyes. La terra, les pedres, han estat aquí molt abans que nosaltres i hi continuaran sent quan nosaltres ja no hi siguem. Des del megalític, les mans dels homes i les dones que han treballat aquesta terra han anat configurant el paisatge que avui veiem. La nostra responsabilitat és continuar treballant-la amb la màxima cura, per preservar-ne el paisatge i els ecosistemes de tots els seus habitants.

Abans d’arribar fins aquí, però, cal dir que el paisatge ha patit molts canvis. Les vinyes han format part del paisatge del Cap de Creus des de l’arribada dels grecs. Ara bé, va ser amb l’establiment del monestir de Sant Pere de Rodes, fa mil anys, que es va iniciar la substitució gradual de la vegetació natural per conreus en feixes sostinguts per parets de pedra seca. Això va comportar la construcció de centenars de quilòmetres de feixes i cabanes arreu del massís i la substitució de la vegetació existent, essencialment suredes, per un monocultiu de vinya.

Més tard, amb l’arribada de la fil·loxera, el s. XIX, les vinyes es van abandonar quasi totalment i la vegetació natural va anar recolonitzant el territori. La brolla —vegetació arbustiva baixa, que reneix després dels focs— va ser una de les plantes que va guanyar més terreny.

paret de pedra seca

Un mosaic agroforestal d’alt valor natural

En els últims vint anys, hem intentat recuperar tots aquests elements fins conformar un mosaic agroforestal d’alt valor natural. Primer, intentem que la brolla formi illes entre les diferents vinyes, que serveixen de refugi i lloc de nidificació a diverses espècies que utilitzen les vinyes per alimentar-se. Amb la florida de les estepes, farigoles i caps d’ase a la primavera, i dels brucs a l’hivern, els insectes pol·linitzadors hi troben aliment.

Tot al voltant de la zona on són les vinyes hi ha espais oberts, espais de brolla molt esparsa o prats secs pasturats per les vaques que baixen del Pirineu cada tardor fins la primavera. Aquestes pastures tenen un alt valor ecològic, ja que hi viuen plantes específiques, hi ha abundants insectes i proveeixen llavors que són aliment dels ocells.

En segon lloc, recuperem tant parets de pedra seca, com els suros, les zones de vegetació primigènia i més vulnerable. Per tal de conservar aquests suros, estassem de brolla del sotabosc. Això ajuda que hi hagi zones d’ombra i també zones aptes per a la pastura de les vaques durant uns mesos de l’any.

En aquests ambients oberts, adevesats, hi creixen plantes especialitzades i delicades, com ara diverses espècies d’orquídies, i són també refugi d’insectes i els seus predadors. Als suros hi fan niu alguns ocells, i molts d’altres els fan servir de talaia des d’on canten o espien les seves preses. També a les parets de pedra seca, que n’hem recuperat més de 3.000 m, hi troben refugi entre les seves escletxes molts animals —invertebrats, rèptils, amfibis i petits mamífers—. A més, ajuden a retenir l’aigua i evitar l’erosió dels sòls, per tant ajuden a mantenir l’ecosistema natural al voltant de les vinyes.

mosaic

Un tallafoc natural

Tot plegat conforma una franja resistent i protectora contra els focs forestals, que són part també d’aquest paisatge. El paisatge conreat i pasturat de Mas Marès actua com a franja de seguretat i protecció cap a la zona urbanitzada de Roses. El conreu ajuda a crear un tallafoc natural, amb poca càrrega de combustible i ajuda a tenir més eines per dominar-lo millor, i aturar-lo. Tal com vam poder comprovar a l’incendi del febrer de 2022.

Totes aquestes actuacions fan de Mas Marès un espai divers i afavoreixen la flora i la fauna salvatges, elements essencials per al manteniment d’un paisatge en mosaic d’alt valor. Amb tota aquesta feinada que portem a cap dia a dia, aconseguim un vins de gran qualitat i sentir que estem cuidant la terra amb la cura que es mereix, amb el compromís que tenim per preservar-la.

¡Empezamos la vendimia! El calor, la sequía, los jabalíes y todas las variables que conocéis hacen que este año sea especial. La vendimia se adelanta unos días y ya hemos empezado a recoger las variedades del llano y también la garnacha gris de Mas Marès.

Llega agosto, los días son más cortos y parece que el calor nos da una tregua, al menos por las noches. Sin embargo, las altas temperaturas del mes de julio y la sequía que sufrimos –no llueve con fuerza desde hace muchos meses– han hecho que excepcionalmente este año hayamos tenido que adelantar la vendimia una semana.

Decimos excepcionalmente, pero sabemos que esta realidad puede ser la tónica general en los años venideros. El cambio climático es imparable y sentimos que debemos adaptarnos lo mejor que podamos. Avanzar en una gestión integrada del territorio, que tenga en cuenta la climatología, la conservación de los suelos y el frágil equilibrio de los ecosistemas favorecerá que podamos sacar frutos también en el futuro. Por eso, desde que iniciamos el proyecto de Mas Marès, decidimos que haríamos todo lo posible para preservar el legado que como humanos hemos recibido de la naturaleza. Suelos cerca del mar, con arbustos bajos, alcornocales y ahora también viñedos que favorecen el control y la protección de especies únicas del Cap de Creus.

En estas tierras es donde Anna Espelt desarrolla su proyecto más personal. Hace unos años plantamos garnacha gris, con injertos de las viñas viejas de Rabós. Esta semana es la uva que empezamos a cosechar, una variedad local de garnacha que es rosada. Plantar variedades locales es, desde hace un tiempo, la decisión más adecuada a nuestro terroir: están más adaptadas al territorio y por tanto necesitarán menos agua y aguantarán el viento.

Variedades empordanesas, terroirs únicos y una vendimia que apenas empieza. ¡Feliz vendimia a todo el mundo!

El pasado viernes Anna Espelt estuvo en el programa especial de El Món a Rac1 desde Llançà. Con Anna Vallhonesta charlamos de viticultura, de lo que hemos aprendido y de todo el trabajo que nos queda por hacer.

Anna Espelt el món a rac 1
Anna Espelt en El Món a Rac1

Siempre nos gusta poder explicar nuestro trabajo. Nuestra tierra, el mar y la montaña, es lo que nos define y lo que marca los vinos del Empordà. Explicarnos y narrar el territorio es hablar de nuestros vinos y entenderlos un poco más. Hicimos un repaso al porqué de la gestión integral entre parques naturales y viñedos, de cómo nos las ingeniamos para favorecer la biodiversidad en las tierras que cultivamos y también del mar, la tramontana y el sol. Tres rasgos característicos que nos acompañan y definen nuestros vinos.

Podéis recuperar la entrevista y decirnos qué os ha parecido en los comentarios.

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